jueves, 20 de diciembre de 2012





Toda la luz del mundo cabe dentro de un ojo.
Canta el gallo y su canto dura más que sus alas.


Federico García Lorca. Poeta en Nueva York


              FELIZ AÑO 2013, AMIGOS.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Linda y El Pirata


Ella es hembra, él es macho. Ella es rubia, él tiene la piel blanca y un parche negro en un ojo. Ella es grande, él es pequeño. De ella sólo sabemos que fue abandonada cuando era un cachorro, y que desde entonces durante diez años ha vagado de aquí para allá.  De él sabemos que ha sido maltratado una y otra vez hasta perder un ojo y quedar cojo de una pata.  Ahora duermen juntos sobre la misma manta en el zaguán de entrada de nuestro templo.  Después de vagar, de huir, de sufrir, ambos han encontrado su lugar.  Se dan calor el uno al otro y corren juntos ladrando cuando un extraño se acerca.  Juntos han podido abrir los ojos por fin a los colores del mundo, ya no tienen que ver sólo amenazas a su alrededor. Han podido abrir sus oídos a los sonidos del mundo, ya no tienen que escuchar gritos. Han podido abrir sus olfatos a los olores del mundo, ya no tienen que oler el olor del odio ni el de su propio miedo.  Viéndolos no puedo dejar de conmoverme, y me pregunto porque nosotros que hemos tenido el buen karma que nos ha permitido nacer con forma humana, encontrar la vía, encontrar el Dojo, encontrar la shanga, seguimos dudando.  ¿ Por qué no aceptamos nuestro lugar en el mundo, por que no dejamos caer las capas y capas de contaminación que nos confunden, que nos hacen vagar sin descanso?.
A ella la llamamos Linda, a él El Pirata, juntos sobre la misma manta han hecho girar algo, pequeño, quizás minúsculo en el universo.  Pequeño, quizás minúsculo pero sus efectos serán seguro infinitos.  Hoy acaba la Rohatsu sesshin, volveremos a casa, a nuestra familia, a nuestro trabajo, quizás al paro o a la soledad. Linda y El Pirata seguirán juntos sobre la misma manta protegiendo las puertas de nuestro templo,  felices de estar donde están, felices de ser lo que son, mientras nosotros, con todo nuestro buen karma, seguiremos vagando como fantasmas de aquí para allá sin encontrar nuestro lugar en el mundo, ese que esta justo delante nuestra en este mismo instante.  ¿Hasta cuándo?.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Anoche la luna llena...


Anoche, una esplendida luna llena brillaba sobrecogedora en un cielo sin nubes.  A menudo estamos tan ajenos a los ciclos de la naturaleza que un espectáculo como ese nos pasa completamente desapercibido.  La luna llena de ayer era la última luna de otoño, ahora, ya nos encaminamos decididamente hacia el invierno.  Siempre cuando llega esta época recuerdo una frase ,no sé de quien, pero que yo la he escuchado de boca de Raphael y que dice: “En el corazón del Invierno encontrar el leve palpitar de la primavera que viene”. 
Me gusta mucho esta frase porque creo que expresa con gran precisión el espíritu que debe abrigar, impulsar a nuestra práctica.  Encontrar siempre el pequeño punto blanco que emerge en el centro del círculo casi completamente negro, encontrar el pequeño punto negro que emerge en el centro del círculo casi completamente blanco.  Observar como crece desde ahí y como luego se transforma.  Observar como este proceso se repite constantemente a nuestro alrededor, también en nuestro interior.  Ese pequeño punto de luz o de oscuridad es el punto inabarcable y misterioso de la vida, de la vía.  Ese núcleo que nunca hay que desvelar, ese punto hacia el que debemos dirigir nuestra mirada, nuestro corazón para reencontrar el camino perdido.  En un momento como en el que nos encontramos, en el que todo a nuestro alrededor parece querer solo incrementar el circulo de oscuridad, el aspecto terrenal y material de nuestra existencia, debemos con mas ahínco reencontrar este aspecto inabarcable y misterioso de la existencia. Y después ser capaces de dar el salto cuántico que implica olvidarse del color blanco y del color negro, de la luz y de la oscuridad y observar sólo el cambio, la transformación, el continuo movimiento de expansión y de contracción de cada cosa en el universo y fluir con él.  Eso implica no quedarse de un solo lado, no apegarse a ninguna idea, a ninguna imagen, estereotipo de nada ni de nadie, tampoco de la práctica, tampoco de lo más sagrado.  Avanzar una y otra vez decididos hacia el invierno con el aletear de la primavera que viene en nuestro espíritu.  Que así sea en nosotros, que así sea siempre en nuestro dojo.

sábado, 6 de octubre de 2012

No podemos negociar


Finalmente no podemos negociar. Por supuesto, no podemos negociar con la vía, tampoco con la vida, tampoco con los demás. Hay un dicho que está muy vigente en nuestra cultura y que tenemos muy asimilado; dice: “todo es negociable”. Pero la realidad nos enseña que nada importante en la vida es negociable.  No podemos negociar el momento de nuestro nacimiento, quienes serán nuestros padres, donde viviremos, a quien conoceremos, a quien amaremos, odiaremos, haremos sufrir y para nada cuando y como moriremos.  Nada de esto es negociable, tampoco la vía del Buda, tampoco zazen.
Entender, aceptar, integrar en nuestras células el hecho de que nada importante es negociable es una puerta abierta.  Si la cruzamos, podemos descansar, relajar los hombros, soltar.  Soltar no implica abandonarse. No es para nada abandonarse en el sentido en el que lo entendemos en la vida cotidiana.  No quitamos nuestra energía de las cosas que conforman nuestra vida cotidiana, trabajo, familia, relaciones, etc, pero al tiempo el recordar que nada importante es negociable reduce el peso, la densidad de cada una de estas cosas. Nuestra vida puede volverse ligera y cada cosa nos descubre su lado dulce y hermoso. 

jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Está sonando ya el madero?

En mi situación de responsable de dojo a menudo me encuentro con personas que me requieren para que ofrezca alguna respuesta a sus preguntas.  Estas generalmente están relacionadas con el sentido de la vida, con su final, con el satori, la iluminación o el despertar.  Grandes preguntas a la búsqueda de grandes respuestas. 
Los que me conocéis ya habréis podido comprobar que mi sabiduría es muy limitada, pero me llega como para saber que la respuesta a estas preguntas es que estas preguntas no tienen respuestas.  Al menos formuladas así.  Al menos formuladas desde ese estado de espíritu.
Nos inquieta, nos atenaza el alma la necesidad de encontrar una respuesta al sentido de la vida mientras que nuestra vida se desliza delante nuestra sin que nos percatemos.  Nos esforzamos por encontrar el camino hacia la iluminación, el camino a esa especie de orgasmo espiritual en la que se ha convertido en nuestra cultura occidental el satori y mientras, violentamos nuestro espíritu cerrando nuestros ojos a las imágenes del mundo y cerrando nuestros oídos a los sonidos del mundo.  Para eso no vale la pena practicar.
El otro día mientras recordábamos a Liliane contaba en nuestro dojo de Sevilla como los últimos años ella se sentaba a la entrada del castillo de la Gendronniere antes de zazen y a los que pasaban les preguntaba: ¿Está sonando ya el madero?.  Preguntaba una y otra vez si estaba ya sonando el madero que anuncia el comienzo de zazen.  Esa si que es una buen pregunta.  ¿Está sonando ya el madero?.  Para esa pregunta si que tengo una respuesta.  Puedo deciros con absoluta certeza que si, que el madero ya está sonando en este instante para cada uno de nosotros.  ¿No lo oís?.  Debemos hacernos uno con esta pregunta y realizar su respuesta instante tras instante.



martes, 4 de septiembre de 2012

El dragón se sumerge en el agua


Si comprendéis que zazen es la gran puerta de la ley, seréis parecidos al dragón que se sumerge en el agua o como el tigre que se reencuentra con sus bosques profundos” (Maestro Dogen)

Hemos incluido este fragmento de Dogen en nuestro tríptico.  Hemos tenido alguna discusión al respecto. Algunos piensan que es un texto un poco oscuro para personas que no saben nada sobre la vía.  Es posible.  También es oscuro para muchos que siguen la vía. Encontrarnos con nuestra naturaleza original nos parece siempre algo oscuro y lejano.  Para la mayoría de nosotros esto, este reencuentro, es algo completamente ajeno a nuestras vidas.  Nuestra cotidianidad nos está señalando continuamente la dirección opuesta.  La que nos lleva a alejarnos del latido de nuestro corazón, del palpitar de nuestro espíritu, de los auténticos sonidos del mundo.  Desde este lugar esta frase de Dogen es completamente oscura.  Pero sin embargo si por cualquier circunstancia el desasosiego anida en nuestra alma encontrarnos con una frase como esta puede separar el cielo de la tierra de un solo golpe.  Hay que tener fe en esto.  Todo lo que como dojo hacemos en Sevilla de cara al exterior sólo encuentra su sentido cuando nos damos de frente con alguien que siente este desasosiego.  Esa es la razón de que no sólo nos esforcemos en practicar juntos sino que tratemos además de acercar nuestra práctica a todo lo que nos rodea. 
El dragón se sumerge en el agua, el tigre se reencuentra con sus bosques profundos, ambos penetran decididamente ahí donde su naturaleza original se expresa de forma espontánea.  Nosotros hacemos continuamente el camino contrario, penetramos una y otra vez en terrenos ajenos a nuestra naturaleza, ajenos al latir de nuestro corazón.  Por favor escucharlo, escuchar ese latido, el os indica siempre con absoluta certeza la dirección del camino a casa. 
Estamos aquí, juntos un año más para escuchar ese latido y para que la práctica compartida lo amplifique de tal manera que el mundo entero lo escuche.  Pero para eso debemos entrar en el agua, penetrar en el bosque profundo, ir allí donde debamos estar, sin vacilación y sin miedo.

domingo, 26 de agosto de 2012

Jornada de Zazen Septiembre

Estas jornadas están indicadas tanto para los que quieren tener un primer contacto con la práctica de zazen como para aquellos que quieren profundizar en la misma.  A lo largo del día hay tres periodos de zazen a las 7,00 a las 11,00 y a las 15,00 horas. Habitualmente la jornada termina en torno a las 17,30. En esta ocasión organizamos esta actividad en nuestro Templo de Seikyuji.  Por tanto para poder asistir a la jornada completa es necesario llegar el Viernes 21 antes de la cena. Para cualquier información adicional: sotozensevilla@teyte.net
Podéis realizar vuestra inscripción a través de este formulario: 
El coste de la jornada es de 25,00€.


domingo, 24 de junio de 2012

Un voto de final de curso


¿Qué hacemos aquí?, ¿para qué venimos aquí, a este dojo en Sevilla?, ¿para qué practicamos?, ¿qué estamos haciendo con  nuestra vida?, ¿hacia dónde la dirigimos?, ¿para qué utilizamos nuestros sentidos?, ¿hacia dónde orientamos nuestras capacidades?.  Podríamos continuar planteando cuestiones de este tipo durante mucho tiempo, pero si queremos resumir podríamos preguntarnos simplemente: ¿qué es lo que queremos expresar con nuestra vida en este instante?, ¿qué es lo que queremos expresar con cada uno de nuestros actos instante tras instante. Con cada acción, con cada pensamiento, con cada gesto, con cada palabra?.
Esta pregunta tiene que habitar en el corazón de nuestra práctica.  Esta pregunta debe animar y estimular nuestra vida.  Debe resonar en cada una de nuestras células.  Es una pregunta que debemos plantear con la mente a la mente y con el cuerpo al cuerpo. Debe penetrar hasta el fondo de nuestro ser.  Si es así, aunque vivamos en el mundo, aunque las actividades de nuestra vida sean del mundo, en nuestra vida no habrá nada de mundano.  Y si este cuestionamiento continuado no anima nuestra vida, aunque nos retiremos a un lugar apartado del mundo, a una ermita en la montaña profunda, nuestra vida será completamente mundana.

Alguien, no recuerdo quién, dijo: “una suave brisa se extiende por el universo”.  ¿Podéis sentirla?.  Si la pregunta: ¿qué es lo que quiero expresar con mi vida ahora?, ha penetrado hasta nuestra médula, entonces seguro que la sentimos.  Cada cosa con la que nos encontramos trae esta brisa consigo, cada instante se convierte entonces en sagrado, cada gesto expresa entonces naturalmente, inconscientemente y automáticamente nuestro despertar.

Amigos, cuando practicamos juntos en este dojo podemos sin duda sentir como esta suave brisa se esparce  por todo nuestro alrededor.  Amigos, cuando practicamos juntos esta suave brisa se intensifica expandiéndose sin ningún limite.  Aunque ahora, durante dos meses nuestro dojo permanezca cerrado, nuestra práctica continua, nuestro vínculo continua.  ¿Qué queremos expresar con nuestra vida en este instante?.  Que esta pregunta, que la actualización instante tras instante de esta pregunta se convierta en la base, en la piedra angular de nuestro dojo.  Cuando otro curso termina, quiero que este voto quede aquí manifestado delante nuestra.

martes, 1 de mayo de 2012

De maestros y discípulos


M.P.A. escribió: El Maestro Deshimaru supo, y al presente me remito para cersiorar mi parecer, muy bien donde sembro las semillas de la Via de Buda. Y seguro que en este mi humilde opinar estaran mis compañeros y compañeras del Dojo y del Templo conmigo, por que una de esas semillas que crecio es mi maestro Alfonso que nos traslada las enseñanzas del Maestro Deshimaru de corazon a corazon todos los dias bien en el Dojo bien en el Templo. Gracias maestro.

El término latino Magister, «maestro», designaba en la Antigua Roma, a una persona que tenía autoridad sobre otras.  Autoridad para enseñar, para formar, para guiar. En nuestra tradición (Budista Zen Soto) sólo aquel que ha recibido el certificado de transmisión o shiho de su maestro, recibe con esta acreditación la autorización para transmitir el linaje y los preceptos, al tiempo que le incita a desarrollar su camino de forma independiente del mismo.  El shiho acredita la preparación de alguien para educar, la llegada de un discípulo lo convierte en maestro. 
Esta es la forma que nuestra tradición reconoce.  Esto que no es para nada complejo adquiere una gran complejidad cuando se lo apropia la institución religiosa Sotoshu.  Creo sinceramente que para que nuestro dojo se consolide y sea viable en el futuro es necesario que se asiente firmemente sobre las bases que nuestra tradición establece (tradición y linaje no son lo mismo que institución religiosa), aún siendo consciente de que estas bases en el aspecto formal deberán ir cambiando y adaptándose a nuestra cultura.  Pero este es un proceso lento que con toda seguridad necesitara de mas de una generación para producirse.
Ahora bien, al mismo tiempo la palabra maestro en nuestra cultura arrastra una carga de unidireccionalidad que a mi personalmente no me gusta.  El maestro enseña, el discípulo aprende.  Prefiero la palabra amigo, amigo de bien..  La amistad desde la perspectiva de la práctica implica una relación bidireccional.  Sin duda hay un buen amigo que avanza delante, que puede ayudar, formar,  guiar y enseñar,  pero este buen amigo está al mismo tiempo aprendiendo, formándose, desarrollándose a partir de esta relación de amistad compartida.
Amigo, desde una perspectiva humana no puedo menos que sentirme alagado por tus palabras, pero al mismo tiempo en nuestra práctica debemos esforzarnos continuamente por poner todo en el contexto más adecuado para que esta se desarrolle sana y para que se impulse sin limitaciones hacia el futuro. Amigo, puedes contar con mi amistad en la vía y si en mi ves a alguien que puede serte de ayuda para formarte, para enseñarte o para guiarte en ella que sepas que es porque al mismo tiempo tu práctica sincera me ayuda a mi a desarrollarme. 
alfonso sengen fernández

Hace treinta años


Ayer se cumplieron treinta años de la muerte de Maestro Deshimaru.  El 30 de Abril de 1982 yo estaba en Madrid, en un cuartel, haciendo el servicio militar.  Un compañero del dojo de Barcelona me llamó por teléfono al cuartel para darme la noticia.  Recuerdo que cuando colgué me fui a un almacén en el que escondía un zafu, me puse mi rakusu de monje sobre el uniforme y me senté a practicar zazen.  En Sevilla, en Bacelona, en París, en cada sitio donde había discípulos de Maestro Deshimaru automáticamente y naturalmente nuestro primer impulso al conocer la noticia era sentarnos en zazen.  Maestro Deshimaru había hecho un buen trabajo.  Había sembrado la semilla de la práctica en cada uno de nosotros y esa semilla iba a florecer, más pronto o más tarde, siempre a partir de zazen, ese zazen que en la distancia todos sus discípulos compartimos en ese momento.  
Ahora treinta años después en nuestro Dojo de Sevilla, en Seikyuji, en tantos y tantos sitios esta práctica continua. 
Después de su muerte en su shanga hubo un gran desconcierto, dolor, los aspectos más básicos de la naturaleza humana se pusieron de manifiesto, los aspectos más hermosos de la naturaleza humana también aparecieron.  Luego Etianne, luego Raphael.  Nuestra shanga creció, nuestro templo poco a poco ha ido desarrollándose.  Y zazen continua. Ahora, a menudo, con compañeros en el dharma que ni siquiera habían nacido el día en que Sensei murió.  El hilo de la seda de la práctica atraviesa, traspasa nuestro tiempo humano extendiéndose ininterrumpidamente hacia delante y hacia atrás. 
El próximo Sábado, al final de la jornada de zazen en Sevilla recitaremos el Dai Shin Darani, nos acercaremos al altar y ofreceremos los méritos de nuestra práctica junto al incienso en memoria de Maestro Deshimaru.  Me gustaría que a partir de ahora, cada año repitamos este recuerdo, este agradecimiento.  Recordar y agradecer deben acompañar nuestro camino si queremos que nuestro dojo perdure.

lunes, 23 de abril de 2012

Expresar el agradecimiento


El próximo 30 de Abril conmemoraremos el treinta aniversario de la muerte de Maestro Deshimaru.  Durante este fin de semana en el templo de la Gendronniere se celebrara un  encuentro de la shanga europea bajo el lema: expresar el agradecimiento.
Durante quince años Maestro Deshimaru se entregó totalmente para transmitir zazen, el kesa, sampai, gassho, extendiendo la semilla de la práctica de  zazen por toda Europa.  En Sevilla, en Andalucía, en toda España esta semilla fructificó.  Los que le conocimos, los que recibimos la ordenación de monjes de su mano y los que el día de su muerte aún no habían nacido practicamos ahora juntos en los dojos, en los templos que han ido desarrollándose desde entonces y que son su herencia.

Es sin duda un buen momento para expresar el agradecimiento, nuestro agradecimiento, de la manera en que sabemos: practicando zazen juntos.  Este fín de semana en nuestro templo de Seikyuji y el próximo sábado 5 de Mayo en nuestro Dojo Zen Soto de Sevilla.
En ambos casos realizaremos una jornada de zazen que terminaremos con una ceremonia en su memoria.  Si queréis participar con nosotros lo podéis hacer enviando vuestra inscripción a:  sotozensevilla@teyte.net  antes del Viernes 27 de Abril si vais a Seikyuji y antes del Viernes 4 de Mayo se pensáis venir al dojo.

En Seikyuji es necesario llegar el Viernes antes de la cena y terminaremos el Domingo tras el desayuno.  El precio 30,00€. En el Dojo Zen Soto de Sevilla es necesario llegar quince minutos antes del primer zazen que comenzará a las ocho de la mañana. En este caso terminaremos a las cinco y media y el precio será de 15,00€.
Expresando nuestro agradecimiento abrimos una vía directa a nuestro corazón.

jueves, 12 de abril de 2012

El Espíritu Humano

Nuestras palabras, nuestros gestos, nuestras maneras, nuestras formas incluso nuestros pensamientos dañan a menudo el espíritu humano. 
Durante zazen nuestra inmovilidad, nuestro silencio, las formas y las maneras que surgen de nuestro profundo espíritu religioso: gassho, sampai, las ceremonias; acarician y reconfortan este mismo espíritu.
Cuando hablo de este espíritu humano no me refiero por supuesto a algo individual, pequeño o propiedad particular sino a ese que nos sobrepasa a todos sin distinción y que todos sin distinción compartimos.  Acrecentar o encoger ese espíritu, dañarlo o reconfortarlo, en este instante, ¿de quién creéis que depende?. ¿Cuál es la forma, la palabra o el pensamiento que en este momento ayuda?.  

martes, 27 de marzo de 2012

Todo está bien





En Primavera, la flor se abre.  La flor reconoce a la primavera que llega abriéndose a la luz. La primavera en la flor encuentra su certificación.  La flor en la primavera encuentra su sentido. Ahora, en este instante, en cada metro de terreno a nuestro alrededor la flor y la primavera están encontrandose, reconociéndose mutuamente.  Nosotros aquí en el dojo, en este instante,sentados en zazen estamos en presencia de esta profundidad insondable.  Esta profundidad insondable nos reconoce. Practicar es excavar ahí, en este ser reconocido hasta encontrar un camino al corazón, para también reconocer, para también reconocernos. Excavar un camino al corazón es encontrarnos con nuestra profunda identidad, una identidad que lo abraza todo: a la flor que nace y a la hoja marchita, a la luz y a la obscuridad, a lo sagrado y a lo profano, a la felicidad y al miedo, a la salud y a la enfermedad, al amor, al odio, a la primavera, al verano al otoño al invierno, en la naturaleza y en el cosmos, en nuestra vida y en nuestra piel , en nuestras vísceras.
Cuando, aunque sea brevemente, nos reconocemos a nosotros mismos, reconocemos la profundidad insondable que nos rodea, cuando esto ocurre aunque sea brevemente, entonces experimentamos un instante de eternidad.  Es el infinito en la palma de nuestras manos, la eternidad en un instante. La vida, la vía.
Zazen puede sin duda permitir que nos demos de  cara con este instante de eternidad, que nos encontremos de cara con este infinito ilimitado, que descubramos el sabor de la verdadera libertad.
Entonces profundicemos en lo esencial, excavemos en nosotros mismos, abramos ahora este camino a nuestro corazón.  La flor de nuestro espíritu está ahora abierta, ha reconocido la luz desde antes de nuestro nacimiento y esta luz está desde siempre certificándonos.  Reconozcamos esto instantáneamente, naturalmente, inconscientemente, automáticamente. 

Cuando la primavera llega, la flor se abre y luego en verano el ruiseñor cantará y en otoño las hojas se volverán rojas y en invierno la nieve y el frío lo cubrirá todo para de nuevo ahí en el corazón del invierno descubrir el leve palpitar de la nueva primavera que está llegando. Esto es mujo seppo, el sermón sin palabras del Tathagata.  Permitir que este sermón se despliegue libremente en cada acto de nuestra vida, en silencio, de forma recogida.

Adjunto el enlace a un video que expresa mucho mejor que cualquiera de mis torpes palabras este espíritu.  Disfrutarlo.

jueves, 8 de marzo de 2012

Urgencia

Cuando los médicos o los enfermeros de un servicio de urgencia entran en contacto con un nuevo paciente que necesita esta asistencia, habitualmente una de las primeras cosas que hacen es abrir una vía intravenosa.  Una aguja hipodérmica y un tubo que conectado al suero permiten mantener y medicar.  Esta vía abierta directamente a la vena del paciente puede salvarle la vida.
De la misma forma, la práctica de zazen abre una vía directa a nuestro corazón.  A menudo hago referencia a una estrofa de una salmo que dice: “quitarás de mi carne el corazón de piedra y me darás un corazón de carne” ("Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Ezequiel 36: 26.)
Zazen abre una vía que transforma nuestro corazón de piedra en un corazón de carne. 
Cuando hablamos aquí de corazón no me refiero a la faceta sensitiva, emotiva, devocional con el que el corazón se relaciona de forma común, hablo del centro, del núcleo, del aspecto esencial y diferencial de nuestra naturaleza humana.  Es a este centro al que zazen abre una vía directa.  En nuestra sociedad actual, en nuestras actuales circunstancias, abrir y mantener abierta esta vía es vital para nuestra supervivencia.  Nuestra sociedad necesita de la cura de urgencia que zazen y otras prácticas pueden facilitarle.  Esta vía sintoniza nuestro corazón con el espíritu religioso.  Para eso tiene que atravesar capas y capas y capas de indiferencia, de soberbia, de codicia, de avaricia. Capas y capas acumuladas unas sobre otra a lo largo de nuestra vida, pegadas unas a otras con el dolor y el sufrimiento propio y ajeno.  Necesitamos que zazen abra esta vía, traspase estas capas, permita que nuestro corazón se transmute en carne, que nuestra agonía se transforme en compasión.
Y esto se produce natural, automática e inconscientemente cuando practicamos juntos.  Juntos, la comunidad, la shanga, en el dojo mantiene abierta esta vía para nosotros y para el futuro. Por favor proteger el dojo, proteger la shanga, proteger el dharma, nuestro mundo lo necesita.

lunes, 16 de enero de 2012

Juanichi - Taiko Sogen


El sábado murió Juanichi, Juan Perez, el compañero de la shanga Taiko Sogen.  Comenzó a practicar en los primeros momentos del dojo de Algeciras y desde entonces lo ha seguido haciendo con un flujo y reflujo que marcaba su intensa adicción a las drogas.  Cada uno de nosotros navega toda su vida sobre las olas de sus ilusiones.  Para algunos, como fue el caso de Juanichi, estas olas adquieren un carácter de tormenta perfecta.  Sin embargo su espíritu decidido hacía que una y otra vez se girara en dirección a la vía cuando la tormenta amainaba.  No puedo menos que expresar mi admiración y mi respeto por él.  A veces el trato con él no era fácil.  Era muy peculiar.  Hay muchas anécdotas que podríamos contar.  Yo tengo una que me gustaría referir.  Una noche durante una sesshin en la que compartíamos habitación, Juanichi a las dos de la mañana decidió que era el mejor momento para afeitarse la cabeza.  Encendió la luz de su cama, las luces del cuarto de baño y durante más de una hora se afeitó tranquilamente.  De nada sirvieron mis protestas.  Él trataba encima de hacerme entender las confusas razones por las que eso que estaba haciendo no se podía hacer en ningún otro momento.  Era el momento y yo tenía que entenderlo.  Fuera como fuera su comportamiento nadie podía molestarse con él.  Mantuvo en todo momento una especie de inocencia natural que lo protegía de nuestra ira. 
Ahora ya no está, el sábado fue hasta el fondo, su burbuja dejó escapar el aire, expiró hasta el final.  Tengo la confianza de que en ese instante todas sus ilusiones quedaron resueltas.  Hoy nosotros haremos una ceremonia en su memoria, haremos gassho, ofreceremos incienso y lo dejaremos partir completamente.  

domingo, 15 de enero de 2012

Disfrutar

A menudo hablo de disfrutar. De disfrutar de la practica, de disfrutar por ejemplo de una jornada de zazen como la que realizamos ayer en nuestro dojo de Sevilla. Se que cuando utilizo esta palabra en el entorno de la practica, a alguna persona le puede "rechinar", incluso es posible que a alguno le parezca un poco herético. A otros, sumidos en el dolor de piernas, o en los pensamientos, que remontan con todas las capas de obscuridad que tratamos de ocultar, la utilización de la palabra disfrutar les debe parecer una pura ironía.
Por supuesto si tratamos de situarla en un entorno en el que dolor esta en un extremo y placer en otro, disfrutar esta fuera de lugar.

Para mi disfrutar implica ser consciente de los instantes de plenitud que se suceden durante la practica de zazen. Nuestro cuerpo se expresa durante zazen, nuestros hábitos se expresan durante zazen, nuestros sueños, nuestros miedos, nuestras expectativas, todos esto se expresa durante nuestro zazen. Al tiempo, todo nuestro entorno reivindica también su presencia: los sonidos, los olores, la dureza o suavidad del suelo, la temperatura, cada cosa pide estar presente. Todo eso junto, en ese instante preciso, es zazen. Inatrapable, inabarcable, irrepetible. Un instante de eternidad que es sustituido por otro instante de eternidad. Solo si hacéis la experiencia una y otra vez podréis entender a lo que me refiero cuando hablo de disfrutar: Estar ahí, plenamente en ese instante e inmediatamente dejarlo ir.
Disfrutar de ese instante de eternidad que encuentra su lugar en la palma de nuestra mano.