viernes, 26 de noviembre de 2010

Universo cambiante

Sin duda una de las mayores aportaciones que el budismo zen  ha impreso en mi visión del mundo, ha sido la de pasar de considerar, que yo como individuo he nacido en un universo cambiante a aceptar que el universo cambiante soy yo mismo.

                                   
Es desde esta perspectiva que la frase de Kosho Uchiyama: “ Traigo mi propio mundo a la existencia, lo vivo y me lo llevo al morir ”, penetra hasta la médula. Y es desde esa médula que podemos poner en verdadero valor a zazen, el instante en el que simplemente ponemos ese mundo delante nuestra, aquí y ahora, sin juzgar, sin atrapar, sin rechazar.   Y es sólo desde ese instante que podemos cumplir nuestro voto de salvar a todos los seres sensibles.  Y es por fin desde ahí que podemos encarnar la frase de Buda: “todos los mundos son mi mundo, todos los seres mis hijos”.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Jornada de zazen

Un rayo del sol de la tarde golpea el tambor del dojo.
El sonido que provoca resuena en mi espíritu.
Mientras, a lo lejos, un perro saluda a la noche
que se acerca de puntillas.
La tormenta que nos acompañó todo el día,
se ha marchado sin que nos demos cuenta.
Ahora el cielo está azul.
La jornada de zazen ha terminado.
Mañana, juntos, con nuestro maestro,
celebraremos una ceremonia por Keisan.

viernes, 19 de noviembre de 2010

¿Hacia donde y para hacer qué?

¿Hacia dónde vamos y para hacer qué?. Esta fue la pregunta planteada en el seminario anual de los enseñantes zen europeos reunidos en la Gendronnière el pasado mes de Octubre.
En el discurso de apertura; Jizo Forzani, que es el responsable de la oficina Soto Zen Europea dijo: “El budismo se ha difundido muy rápidamente en Europa por que sus pioneros estaban convencidos  de que lo que tenían que hacer era difundir, transmitir, enseñar. Hemos empezado a enseñar, incluso antes de empezar a aprender, olvidando muchas veces que el budismo existe antes que nada para ser vivido, de forma individual, uno por uno, por las personas que aspiran a seguir el camino que el Buda indicó.”
Esta pregunta y esta reflexión no solo está dirigida a los maestros europeos, todos los practicantes de la vía estamos implicados.  ¿Hacia donde vamos y para hacer qué en nuestra shanga, en nuestro templo, en nuestros dojos o grupos de zazen, en nuestra vida cotidiana?. 
Yo tengo que hacer mia esta pregunta y tengo que expresar una respuesta en mi práctica en el dojo, en el templo y en cada situación.  Desplegar la respuesta en mi vida de la misma forma que despliego el zagu en las ceremonias; delante mia, en silencio, recogido, sobrecogido y al tiempo completamente determinado a no seducir, a no dejarme seducir, a no abusar, a no dejarme abusar.. 
De como cada uno de nosotros, practicantes sinceros de la vía, desplegemos esta respuesta, dependerá el desarrollo futuro de la práctica en Europa.  Esto no es algo que dependa solo de los enseñantes reunidos en La Gendroniere, está en nuestras manos.  ¿Qué vamos a hacer con ello?.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Luna

Alguien dijo: “Los rincones más recónditos de la tierra comparten la misma luna”.   Que difícil resulta creer en esto a veces.  Cuando en nuestro rincón del mundo compartimos nuestra cotidianidad con una suficiente dosis de felicidad, entonces ¡que bella es la luna¡,pero cuando el dolor y el sufrimiento acampan en nuestra vida o cuando este dolor y este sufrimiento rodean poco a poco, día a día la vida de las personas que queremos; entonces  que difícil  resulta descubrir la luna en nuestro cielo.  Saltamos a enorme velocidad de un rincón luminoso del mundo a otro en donde la oscuridad parece abrumadora.  En esos momentos creer que es el mismo cielo y que en él se encuentra la misma luna que antes nos encandilaba parece una tarea casi exclusiva de titanes o de grandes maestros de la antigüedad.  ¡Basta de falsa paciencia¡.  El sufrimiento y el dolor no tienen manos con las que agarrarnos, no tienen pies con los que perseguirnos.  ¿Por qué narices seguimos siendo sus esclavos?.  Necesito recordármelo, necesitamos que unos a otros nos lo recordemos: es la misma luna, ningún lugar escapa a su brillo en ningún momento. Siempre, todos los rincones de la tierra la comparten.