domingo, 5 de diciembre de 2010

Rohatsu Sesshin 3



Nadie puede permanecer dormido durante los cinco días de la Rohatsu, nadie puede alimentar sus propios pensamientos, continuamente, durante cinco días.  Tarde o temprano, por algún resquicio, el escenario de nuestra vida se presenta delante nuestro sin tapujos.  Somos sin embargo expertos en ocultarnos, en escabullirnos.  Conocemos la técnica de fabricar profundas madrigueras en las que encerrarnos.  Sin embargo por muy hábiles que seamos al final del camino la muerte nos encuentra, y antes de tocarnos posiblemente nos muestre todo tal como es.
En el dojo, en zazen, en la sesshin podemos tener esta experiencia.  El Maestro Deshimaru decía que si durante zazen entrábamos decididamente en nuestro ataud, aunque fuera una sola vez, ya nunca más nos aterraría la muerte.  En una sesshin como esta de una manera o de otra la muerte en algun momento nos toca levemente en el hombro, tal como hace el kiosaku justo antes de hacer gassho juntos. Es el momento de abrir los ojos y ver, de abrir los oidos y escuchar.  Es posible que entonces la muerte deje de aterrarnos pero sobre todo espero que deje de aterrarnos la vida.

Hoy ha llovido durante todo el día.  Fuerte, débil, muy fuerte, nada, débil….dolor, ,miedo, sorpresa,nada, más dolor, sueño, Mara, ilusiones, todo burbujas, sin substancia. Si de acuerdo, pero que reales parecen a veces. 

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