El ritmo, la intensidad de la sesshin Rohatsu no deja hueco, no deja espacio para las opciones personales. Nos impulsa, nos impulsa, hasta hacer que juntos nos sumerjamos en ese despertar original que estamos conmemorando.
El buda al alcanzar el despertar certificó, inmediatamente, que todos los seres sensibles poseían eso a lo que él había despertado. Sin embargo en nuestra vida cotidiana empañamos, ocultamos una y otra vez esta verdad universal. Aquí en la sesshin Rohatsu no hay sitio para las opciones personales por lo que esta verdad emerge espontáneamente a nuestro alrededor a cada instante. Es automático, es natural es inconsciente.
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