Decimos:"Un año termina, un año comienza". O también:"un curso termina, un curso comienza". Sin duda para comunicarnos debemos utilizar estas palabras, estos conceptos. Pero ahora, aquí, mientras observamos juntos como el infinito se desliza sobre las palmas de nuestras manos, sabemos, visceralmente que nunca nada comienza, que nunca nada termina. La práctica, la vía no puede delimitarse por un tiempo que empieza o termina, por un lugar, por unas formas, por unas maneras.
Sin duda practicar juntos en este Dojo Zen, en Sevila es una suerte y un privilegio. Pero la práctica tampoco esta constreñida por esto. Podéis estar seguros de que no puedo dejar de hacer votos para que en Septiembre nos encontremos todos de nuevo, para que podamos sentarnos juntos, para que podamos observar juntos de nuevo como el infinito se desliza sobre las palmas de nuestras manos. De que hago votos para que mas personas encuentren este lugar, se sientan tocados por la práctica y decidan compartirla con nosotros. Hago votos por todo esto, pero si no, pues "tan pis", tanto peor. Nada añade esto, nada resta esto a la Práctica.
Ver nuestra práctica desde esta perspectiva nos permite encontrarnos de frente, casi sin querer con MUSHOTOKU, agazapado entre nuestras ilusiones.
Quitarle el polvo, dejar que le de la luz, disfrutar, disfrutar, por favor disfrutar de esta experiencia, de esta "ilusión" que desplegamos juntos y permitir que esto que nos sobrepasa, realmente lo haga. Buen verano, buena práctica.
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