El final de la tarde.
La obscuridad aún no se ha instalado,
pero ya está presente.
No es ya de día pero aún no es de noche.
En la naturaleza todo parece detenerse.
En el silencio, el clamor del canto de un pájaro.
Tras el todo se torna aún más silencioso.
La frontera entre el mundo visible y el mundo invisible se hace más tenue.
Es el tiempo religioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario