miércoles, 17 de diciembre de 2014

Una suerte muy rara.


En el Shushogi está escrito:  “ Nacer con forma humana es una suerte muy rara, como rara es la suerte de entrar en contacto con el Dharma de Buda”. 
El nacimiento es el undécimo vínculo de producción condicionada.  El primero es la ignorancia. El último la muerte, que impulsa de nuevo a la ignorancias y todo recomienza.
Cuando las causas están reunidas el resultado establecido se produce.  Las causas se reúnen a lo largo de las vidas de nuestros antepasados, generación tras generación. Nuestra madre y nuestro padre las certifican en el momento de la concepción. Las posibilidades son infinitas, los resultados posibles son infinitos, pero nuestros padres han reunido las causas exactas que provocan que los cinco agregados tomen la forma que conocemos como yo. Esta es una suerte muy rara.  Si lo vemos, si lo sentimos, si nos estremece, ¿qué pensamos hacer con esto?.

Hemos por tanto nacido con forma humana y además hemos entrado en contacto con el Dharma del Buda.  Una línea infinita de antepasados han reunido las causas, una línea infinita de Patriarcas han protegido el Dharma y ahora nosotros estamos aquí, justo en el vértice de estas dos líneas que coinciden.  ¿No os produce un escalofrío?.

En unos días llegaremos a un nuevo fin de año.  El momento de los grandes votos.  Si  nos estremecemos ante esta confluencia, hagamos el voto de profundizar en la práctica con toda nuestra energía, juntos, en nuestro pequeño Dojo de Sevilla.